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Convivencia en familia y normas

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Felix-Soam-okk
En esta tribuna quiero acercarme a un tema que es esencial en el ámbito educativo, y más concretamente en la familia: "las normas".

Cuando hablamos de educación en familia, solemos remarcar la importancia de las normas por ser una herramienta preventiva, que ayuda a evitar comportamientos desajustados y en la que nos apoyamos para transmitir principios educativos y valores.
Todo grupo social necesita normas para funcionar, y en la familia los padres deben ejercer la figura de autoridad desde el razonamiento y el sentido común.

Debemos de aplicar las normas siendo conscientes de las edades a quien van dirigidas: cuando los niños son pequeños las normas deben ser más directivas, cuando son adolescentes las normas deben de ser más compartidas, intentando buscar la negociación si se puede.

En la aplicación de las normas debemos de tener claros tres principios: que sean realistas, claras y coherentes.

Por Realistas se entiende que puedan cumplirse, que sean ajustadas a la realidad, la edad y a las características de los niños o adolescentes.

Claras, ya que una persona no puede cumplir normas que no entiende, por ello deben de ser concretas y claras. De igual manera se debe saber el grado de consecuencia cuando se incumple. En ocasiones sucede que ciertos problemas tienen su origen en normas confusas.

Coherentes. La coherencia es un principio educativo reflejado en anteriores artículos. En el principio normativo coherencia debemos cumplir lo que prometemos, ser justos, si es necesario reconocer nuestros errores, controlar nuestro estado de ánimo.
Al establecer normas es bueno plantearse tres grupos:

Hay unas normas que son fundamentales, tienen que ser claras, pocas, de obligado cumplimiento e innegociables.

Otras normas que son Importantes, también deben de ser claras, pocas, pero pueden ser un poco más matizables o negociables en algunos aspectos

El tercer grupo de normas que son las accesorias, y estas si se pueden negociar o dejar que las pongan ellos.

Con las normas nos podemos preguntar: ¿qué hacer cuando las normas se cumplen? y ¿qué cuando no se cumplen?.

En anteriores artículos hemos reflexionado sobre el refuerzo, cuando se cumple la norma es bueno reforzar esa conducta, verbalmente, tiempo de ocio, etc. Este tipo de refuerzo es mejor que los materiales, por poder llegar el niño a la conclusión que el cumplimiento de la norma le da derecho a exigir un premio material.

¿Y cuándo no se cumplen las normas? En primer lugar dejaremos que se explique, y en función a la importancia de la norma, razonaremos con matizaciones. En segundo lugar vendrán las consecuencias: se eliminarán algunos premios o se impondrá algún castigo; esto será útil siempre y cuando sea proporcional a la conducta incorrecta, se produzca inmediatamente posterior a la conducta producida que deseamos eliminar, y se explica qué hacer para recuperar lo perdido.

Ante el incumplimiento de la norma las consecuencias se deben producir en un ambiente de cercanía, dejando claro que al hijo se le quiere igual cuando se le premia que cuando se le castiga.